Está claro que, para todos aquellos jóvenes que sean consumidores de sustancias legales o ilegales, el confinamiento ha venido mal y bien: Mal porque al estar en casa tienen más problemas para poder seguir haciéndolo. Y bien porque eso, que ellos mismos ven como malo, es lo que les está ayudando a dejarlo.
Pero no podemos olvidar que las adicciones no sólo son sustancias, sino que también existen las adicciones comportamentales, esas que tienen que ver con el abuso del móvil, del ordenador, de los videojuegos, etc… Y en este caso, el aislamiento sí que está siendo el peor enemigo. ¿Por qué? Porque al estar encerrados, los adolescentes ven como vía de escape a esta situación estar en su habitación y, no podemos negar que allí, se conectan a chatear con los amigos, a jugar a videojuegos, etc…
Esto no sería un problema si su propia edad, la adolescencia, no los convirtiera en colectivo vulnerable al tener un cerebro todavía inmaduro y con falta de control en algunos casos.
El no tener marcado un horario para ir al colegio, al instituto, a otras actividades de ocio, etc… y tener que estar en casa todo el tiempo, hace que enciendan más el ordenador, que cojan más los móviles y durante más tiempo.
La Fundación de Patología Dual advierte de que la reclusión en casa puede, en colectivos vulnerables, hacer que se inicien en el juego online y que aquellos que tienen problemas con el juego, empeoren. Ambas cosas son preocupantes.
Por todas estas razones y aprovechando que empiezan las fases de desescalada, tenemos que comenzar a salir a respirar, eso sí, con mascarillas, guardando las distancias y con la higiene de manos necesaria.
Jóvenes, salid a hacer deporte, a pasead, a tomad el sol y separaos de las pantallas: vuestra vista y vuestra salud mental os lo agradecerán.
Padres, habéis compartido muchos días con vuestros hijos, tal vez, más de los que nunca hubierais pensado, salid con ellos.
Todo está cambiando, cambiemos a mejor el uso y el tiempo que le damos a las pantallas.