Hoy, 20 de marzo, es el Día de la Felicidad. ¿Lo sabías? Pues sí, también hay un día para algo tan importante como la felicidad, pero… ¿qué es la felicidad?
Ufff, ¡qué pregunta más difícil de contestar! Principalmente porque, además de ser un concepto difuso, para cada persona la felicidad es una cosa. En lo que sí estamos todos de acuerdo es en entender que ser feliz es tener una mezcla entre la satisfacción con tu vida personal (familia, pareja, trabajo…) y estar bien en nuestro día a día.
Curiosidades científicas sobre la felicidad
- La temperatura importa. Hay una relación clara entre climas cálidos y un mejor estado del ánimo. Tanto demasiado calor como demasiado frío son perjudiciales para el bienestar.
- En parte se hereda. Varias investigaciones han demostrado que los genes son responsables, al menos en un 50%, de lo feliz que sea una persona.
- Lo que hueles es importante. “Los olores a flores te pueden hacer más feliz, ya que fomentan las interacciones sociales” según el Dr. Jeannette Haviland-Jones, profesor de Psicología de la Universidad de Rutgers.
- Ser bueno en algo ayuda a ser feliz. Ya sea tocar un instrumento o en el ajedrez, ser bueno en una habilidad ayuda a ser feliz. Aunque al principio sea duro y algo estresante, a largo plazo da sus beneficios.
¿Y cómo conseguir la felicidad? Pues intentado cubrir nuestras principales necesidades básicas:
- Tener bienestar. Alcanzar el equilibrio entre el cuerpo y la mente influye positivamente en el estado de ánimo.
- Vivir en un medio ambiente adecuado. El ser humano necesita seguridad, alimentos, libertad, hogar… sentirse protegido para poder ser feliz.
- Placer. Necesitamos vivir experiencias temporales como la alegría, el amor… para sentirnos bien.
- Tener relaciones. Dado que somos una especie social, las relaciones sociales que tengamos serán la base de la construcción de nuestra personalidad, y deben de ser positivas.
- Afán de superación. Necesitamos tener metas y la motivación necesaria para luchar por ellas y cumplirlas: vivir aventuras, elaborar planes…
- Compromiso. Nuestro interior necesita implicarse en lo que hacemos de forma activa.
- Éxito y logro. Establecemos metas con las que perseguir nuestros sueños y sentirnos competentes y autónomos. Para ello la confianza en uno mismo es muy importante.
- Estima. También necesitamos que nos quieran para tener una valoración positiva de nosotros mismos y de nuestra labor profesional. Si no conseguimos tenerla puede afectar a nuestra autoestima y por ende a nuestra felicidad.
- Flexibilidad. También tenemos que tener la capacidad de adaptarnos a los cambios que la vida pone en nuestro camino y saber superarlos de forma positiva.
La felicidad y la ciencia
¿Sabes que hay una fórmula matemática para determinar nuestra felicidad? Apunta:
- Nuestros genes determinan nuestra felicidad en un 50%.
- Lo que nos rodea, suma un 10%.
- Y el 40% restante está desencadenado por las actividades que hacemos a diario.
Si elegimos cosas que nos activan física o mentalmente, liberamos serotonina, sustancia que, de forma casi automática, aumenta la sensación de bienestar, eleva la autoestima, la relajación y la concentración.
Así que, ¿será ésta la verdadera fórmula de la felicidad? Si no lo es, por lo menos, nos puede ayudar a ser ¡más feliz que una perdiz! o a ¡ser felices y comer perdices!