Las personas jóvenes que viven en zonas rurales de la Unión Europea tienen menos oportunidades que aquellas que viven en ciudades.

Esto es una evidencia provocada por los movimientos hacia núcleos urbanos o el paulatino envejecimiento de la población.

La Comisión Europea señala que estos fenómenos tienen un impacto decisivo en el acceso a la educación, las perspectivas laborales o la calidad de los servicios públicos, tales como la sanidad o el transporte.

Según Eurostat el riesgo de pobreza aumenta a un ritmo superior en el ámbito rural, donde afecta al 27,1% de la población, frente al 24,3% de las ciudades.

Por eso es fundamental garantizar los derechos de las personas jóvenes que viven en este entorno, como reclama el Parlamento Rural Europeo de la Juventud, que se reunió en Candás, Asturias, el pasado mes de noviembre.

Allí se puso de manifiesto la necesidad de asegurar unos servicios públicos de calidad, conectividad de datos y oportunidades de vivienda, así como de modernizar y adaptar el sector agrícola y ganadero para hacer frente a los retos económicos, climáticos y sociales, apoyándose en la investigación y el desarrollo.

También se plantearon problemas como la desigualdad de género, las dificultades a las que se enfrentan los emprendedores o las agresiones contra el medio ambiente.

Con su Declaración de Candás, los 70 jóvenes profesionales que forman el EYRP exigen un diálogo abierto entre los responsables de la toma de decisiones y la sociedad civil para impulsar las zonas rurales y garantizar la igualdad de derechos entre sus jóvenes y los de los núcleos urbanos.

Esta participación también se encuentra recogida en la Estrategia de la Unión para la Juventud 2019-2027, planteada por la Comisión Europea.

Uno de sus 11 objetivos o youth goals, es el impulso de la juventud rural, que destaca la necesidad de poner en marcha infraestructuras que mejoren la accesibilidad, tanto física como digital, así como fomentar la creación de puestos de trabajo sostenibles.

La Comisión considera un reto de todos dar voz a las personas jóvenes de zonas rurales en los procesos de toma de decisiones.

El VII Ciclo de Diálogo Joven de la Unión Europea, que se extiende desde el 1 de enero de 2019 hasta el 30 de junio de 2020 bajo el lema “Creando oportunidades para jóvenes”, se centra, entre otros, en este objetivo de la Estrategia 2019-2027.

El pasado mes de marzo en Zagreb, Croacia, se dieron a conocer los resultados del informe elaborado en el marco de este Ciclo a partir de una encuesta en la que participaron más de 56.000 jóvenes.

La mayoría de ellos opinan que existe un amplio margen de mejora en el planteamiento y la puesta en marcha de soluciones a las necesidades planteadas, fundamentalmente en lo que se refiere a servicios públicos, transporte e infraestructuras y empleo.

En cambio, consideran que las áreas más desarrolladas son la promoción de las tradiciones rurales o el acceso a la vivienda y a la educación.

Con todo ello, los grupos de trabajo de ámbito nacional y europeo plantearon medidas concretas, como la mejora de la conexión de la red de autobuses o la puesta en marcha de un sistema de ayudas a las familias para la compra de coches, incentivos para que las y los jóvenes desarrollen sus carreras en sectores como la agricultura y la ganadería o la promoción del trabajo a distancia.

También compartieron la necesidad de buscar fórmulas de apoyo a organizaciones en las que esté representada la juventud rural.

A partir de las conclusiones del informe y las aportaciones realizadas en el encuentro de Croacia, se está elaborando una resolución del Consejo de la Unión Europea que dirija las políticas nacionales y comunitarias en este ámbito durante los próximos años y que se conocerá a finales de junio.

FUENTE EURODESK.

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