El verano es un buen momento para los jóvenes que quieren encontrar un trabajo con el que ganar unos ahorrillos y no tener que depender de tus padres. ¿Sabes cómo hacerlo?
1º Inscríbete en el Programa de Garantía Juvenil. ¿Lo conoces?
Es un programa en el que los jóvenes (de 16 a 29 años) podéis encontrar ofertas de empleo o de formación para que tengáis un trayecto laboral/formativo. Inscribirte es muy fácil, lo podemos hacer en el Centro Joven y sólo tienes que llamarnos para pedir cita para que te podamos atender en persona.
2º Haz una búsqueda activa de empleo. Busca en páginas de Internet, en las redes sociales, acércate al SEPE a mirar las ofertas actuales. ¡Muévete! El trabajo no llama a la puerta de tu casa.
3º Prepárate un buen currículum. Hay muchísimas páginas de Internet que te ofrecen, de manera gratuita, plantillas para hacer uno. En el Centro Joven te podemos asesorar y te lo corregimos cuando lo hayas hecho. Si lo necesitas, pídenos ayuda.
Además, cuando lo hagas, podemos apuntarte al Programa de Empleo Juvenil que gestionamos.
4º Entrevista de trabajo. Si tienes una entrevista de trabajo seguro que los nervios te pueden jugar una mala pasada. Te aconsejamos que te las prepares antes para que tengas todo controlado. ¿Necesitas algún consejo?
- Investiga sobre la empresa: Busca información sobre ella, lo que hacen, comprueba si tiene redes sociales o página web y sobre el puesto que está vacante.
- Recuerda tu CV: Si te llaman para hacer la entrevista es porque les ha gustado tu CV. La entrevista estará basada en él, con lo que es recomendable que le eches un vistazo antes y recuerdes todas las cosas que pusiste… Repasa tu trayectoria profesional.
- Prepara lo que vas a decir: Un discurso con tus fortalezas, en lo que destacas, es decir, lo más relevante de ti, y lo que puedes ofrecer a la empresa.
- Prepárate algunas preguntas que pueden hacerte: Si te han despedido y la razón, o por qué no has trabajado nunca, etc…
- Piensa con cuidado la ropa que vas a llevar:Aunque parezca la parte más frívola, también tiene su importancia, comunicando datos sobre nosotros y en este caso sólo tienes una oportunidad y tienes que dar buena impresión.
- Duerme lo suficiente y sé puntual.
- Saluda sonriente y con un apretón de manos (ni flojo ni demasiado firme).
- Siéntate recto con los dos pies en el suelo y mira al entrevistador a los ojos.
- No cruces los brazos ni tengas las manos escondidas. Deben estar al alcance de la vista del entrevistador. Usa los brazos para apoyar y reforzar lo que cuentas, pero cuida los gestos exagerados. Si te mueves demasiado puedes transmitir o provocar nerviosismo.
Ten en cuenta que es posible que no te cojan para el puesto de trabajo, no pierdas la esperanza y ¡sigue intentándolo!