Todos los años, el 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, una efeméride que busca sensibilizar a las personas sobre la delgada línea que existe entre el desarrollo humano y la conservación del planeta.
Todos sabemos cuáles son los objetivos de la Educación Ambiental. Es fácil saber qué aspectos ayudan a mantener o mejorar un entorno o lo perjudican y lo estropean.
Podemos buscar soluciones en nuestros entornos inmediatos, hacer pequeñas acciones para mejorar lo que nos rodea.
Podemos y debemos participar en la trasmisión de los valores de protección del Medio Ambiente, evitar conductas que perjudiquen innecesariamente tu entorno… Seguro que se te ocurren un montón de cosas, además de:
- No tirar desperdicios en entorno naturales y, ya que nos ponemos, tampoco en espacios urbanos.
- Utilizar de forma razonable los bienes naturales: madera, agua…
- Ir a pie en lugar de utilizar el vehículo.
- No utilizar materiales que no puedan ser reutilizados, siempre que se pueda.
- Las tres R: Reutilizar, reciclar, reducir.
El Día Mundial de la Educación Ambiental nos recuerda que nuestro planeta es único, que vivimos en él y que cuidarlo debe ser parte de nuestro quehacer diario.