Se alarga el confinamiento y, aunque es necesario mantener la subida epidémica de contagios, empiezan a producirse momentos de tensión en el hogar.
La Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción informa de que el aumento de tiempo que en estos momentos estamos pasando en casa está “ayudando” a que, en muchas ocasiones, los padres se den cuenta de que sus hijos consumen algún tipo de droga, bien porque encuentran en los cajones alguna sustancia, o bien porque “pillan” a su hijo consumiendo.
Puedo imaginarme el estado de nerviosismo e incredulidad en el que se encuentran los padres en esos momentos: aislamiento en casa, situación de emergencia a nivel mundial, dudas con la situación laboral y ahora se encuentran cigarros, hierba o chocolate en la habitación de sus hij@s.
¿Y ahora qué?… Papá, mamá lo primero respirad. Tened en cuenta que la mayoría de los consumos suelen ser puntuales y asociados a los momentos de ocio. Lo segundo y más importante: tenéis que hablar con vuestr@s hij@s.
Os ofrecemos algunas pautas para poder tener esta conversación:
- Cuanto más calmados estéis, mejor. Es importante escucharles, no recriminarles nada, ni ponerse bordes. Tenemos que tener una escucha activa. Dejadle que hable, que diga lo que piensa, lo que siente… Sé que es una situación fea que no esperabais, pero no olvidéis que es vuestr@ hij@, que si tiene un problema, necesita vuestra ayuda.
- Los padres son un equipo, para lo bueno y para lo malo. Lo que quiero decir es que tenéis que ser los dos los que abordéis la situación: los dos.
- Ser ejemplo: si alguno de los padres fuma o bebe estando en casa sería adecuado una reflexión sobre lo que ven nuestros niños y adolescentes.
- Preguntadle el tiempo que lleva consumiendo y cuándo lo hace. Eso nos ayudará a saber si sólo lo hace cuando está con sus amigos y sale de fiesta, o si hablamos de un consumo diario.
- Si descubrís que hay un consumo diario y problemático, tomad cartas en el asunto: ayuda médica.
Pero también hay otra situación. Tú, joven que consumes estando en casa porque no aguantas no hacerlo, porque no lo controlas, porque se te ha ido de las manos, necesitas ayuda, pídela. ¿A quién? A tus padres. Sé lo que me vas a decir: “Ni de coña”, “me van a matar”. Está claro que vais a tener una conversación dura, y sabes que tienen razón, y también sabes que ellos son los que van a estar siempre a tu lado, siempre.
Recuerda que también tienes la Asesoría de Salud del Centro Joven, a la que también puedes acudir si lo necesitas. Es totalmente anónima, puedes hacerlo por mail o por teléfono. Te podemos ayudar.
En cualquier caso, padres e hijos, estaría bien aprovechar el tiempo que obligatoriamente tenemos que estar en casa para hablar entre vosotros, de todo, de lo que sea.