Recientemente, el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud ha publicado el estudio “Jóvenes en pleno desarrollo y en plena pandemia” (datos tomados durante junio y julio de 2020), donde recoge las impresiones de los jóvenes y sus vivencias durante este periodo tan complicado, en cuestiones relacionadas con la salud y el bienestar, las vivencias, las prácticas juveniles y sus expectativas.
En general, los y las jóvenes presentan una elevada satisfacción con respecto a sus amistades y relaciones familiares, así como con su pareja, pero en cuanto a las previsiones sobre el futuro, la balanza se inclina hacia el pesimismo: la mayoría piensan que la situación de país en el futuro será peor.
En cuanto a los hábitos durante el confinamiento, las nuevas tecnologías han sido clave para mantener el contacto con la familia, amigos y pareja, así como el uso de las redes sociales. Eso sí, se han echado mucho de menos las relaciones de tipo presencial.
También se ha hecho más deporte y casi en la mitad de los jóvenes ha habido una mejor alimentación. En el otro extremo, el estudio arroja que se ha incrementado el consumo de tabaco y alcohol entre el 15 % de los jóvenes.
En resumen, entre las experiencias positivas durante el confinamiento, destacan el autocuidado y las relaciones con el entorno social cercano (familiares, amistades, pareja), al contar con más tiempo libre que antes de la pandemia. La restricción de movimientos, sin embargo, es la principal experiencia negativa.
Si hablamos de emociones, las más comunes han sido la preocupación por el futuro y el aburrimiento, seguidas de la ansiedad, el estrés y la apatía, que han afectado a la mitad. Cerca de la mitad de los jóvenes sintió temor de contagiar a alguien de su entorno familiar durante el desconfinamiento.